Malpaso (La banda del abuelo:
Malpaso
La banda del abuelo | MySpace Music Videos
Habanera triste
Mi casa era un barco velero
cada vez que madre hacía la colada,
con velas de sábanas blancas
tendidas a los vientos de estas montañas.
Un barco de piedra en el valle,
anclado hace siglos a orillas del Ara,
frente a la isla de La Velilla
y entre las costas de Fiscal y Boltaña.
Quien me iba a decir a mi,
que soñaba con el mar,
que en un maldito pantano,
ay,ay,ay,
mi casa iba a naufragar.
A Jánovas digo adiós,
a La Velilla y Lacort;
adiós, barquitos hundidos, adiós;
mi podre país, adiós.
Y aunque han pasado muchos años
no podré olvidar nunca aquella mañana
en que descubrí que no solo en los cuentos
siguen existiendo piratas.
Cuando al abordaje tomaron
el pueblo y tuvimos que marchar de casa,
y al ver las lágrimas de madre
a pique se me fue de golpe la infancia.
Quien me iba a decir a mi [...]
Fuegos fatuos entre las ruinas,
restos de naufragio en una triste playa:
aún hay noches en que navega
por mis pesadillas un buque fantasma.
Y siempre que surca mi alcoba
despierto empapado de sudor y rabia,
pues sé que ha venido a anunciarme
que en mi pueblo muerto ha caído otra casa.
Quien me iba a decir a mi [...]
MANUEL DOMÍNGUEZ (La Ronda de Boltaña), "Habanera triste" en Agua para las ranas, canciones por la dignidad de la montaña, Asociación río Aragón contra el recrecimiento del embalse de Yesa, (CD, 2004).
Carta a Lucinio
Desde las horas altas
ahora he venido
a parar en el llano
de polvo y ruido.
No sé quién me ha
empujado
ni me ha traido.
Acuérdate, Lucinio,
este verano
cuando el pantano baje,
ir al collado
y en la tumba de madre
ponle un recado.
También piensa en Vicente
y en Indalecio,
que bajo tanta roca
quedaron yertos.
Por aquí ves a sus viudas
con sus aprietos.
Escúpele al pantano
y al que lo hizo,
que nos quitó la tierra
casa y panizo.
Y al fin tantas horas
nada tuvimos
De todo lo que daban,
nada nos dieron.
Trabajo pa los hombres
aquí lo hicieron.
A todas horas ruido,
sofoco y miedo.
Algunas veces pienso
ir al pantano
y cuando esté bien lleno
tirarme dentro
y hundirme a estar contigo
como hace tiempo.
JOSÉ A. LABORDETA, "Carta a Lucinio" en El agua para las ranas, canciones por la dignidad de la montaña, Asociación Río Aragón contra el recrecimiento del embalse de Yesa (CD, 2004)
Bibliografía antiindustrial
TEXTO COPIADO DE Cicle de Pensament i lluita antiindustrial (ene/jun 2010).
Hemos confeccionado la selección bibliográfica que presentamos a continuación con un doble objetivo: de una parte, contribuir a la difusión de ciertos textos y autores; por la otra, facilitar que las personas interesadas puedan venir "leídas" a las diversas sesiones del ciclo. Con esta finalidad hemos tratado de ordenar una parte de la selección empleando categorías que más o menos coinciden con las temáticas de las diversas sesiones. Por último, también hemos agrupado los autores y obras que entendemos que son de referencia con respecto a la temática antiindustrial en un subgrupo que hemos denominado “esenciales”. Esperamos que la lectura previa de algunos de los textos y los autores propuestos repercuta en la calidad y la profundidad de los debates. ¡Buena lectura!
CUANDO PEOR, MEJOR?:
Hemos confeccionado la selección bibliográfica que presentamos a continuación con un doble objetivo: de una parte, contribuir a la difusión de ciertos textos y autores; por la otra, facilitar que las personas interesadas puedan venir "leídas" a las diversas sesiones del ciclo. Con esta finalidad hemos tratado de ordenar una parte de la selección empleando categorías que más o menos coinciden con las temáticas de las diversas sesiones. Por último, también hemos agrupado los autores y obras que entendemos que son de referencia con respecto a la temática antiindustrial en un subgrupo que hemos denominado “esenciales”. Esperamos que la lectura previa de algunos de los textos y los autores propuestos repercuta en la calidad y la profundidad de los debates. ¡Buena lectura!
CUANDO PEOR, MEJOR?:
- 1984. George Orwell (1949).
- Algo nuevo bajo el sol. John McNeill; Alianza, 2003.
- Breve historia del progreso. Ronald Wright; Tendencias, 2006.
- Colapso. Jared Diamond; Debate, 2006.
- Crecimiento y decrecimiento. Miquel Amorós.
- El fantasma de la teoría (2003). Jaime Semprun; Resquicios nº 4.
- John Zerzan y la confusión primitiva. Alain C.
- El manto de Medea. Consideraciones sobre la extinción de las abejas. Guy Bernelas; Muturreko, 2008.
- Mensaje dirigido a todos aquellos que no quieren administrar la nocividad sino suprimirla. Encyclopédie des Nuisances, 1990.
- Ecocidio. Franz Broswimmer; Laetoli, 2005.
- En el caldero de lo negativo (2003). Jean-Marc Mandosio; Pepitas de calabaza, 2006.
- El incendio milenarista. Yves Delhoysie / Georges Lapierre; Pepitas de Calabaza, 2008.
- ¿Se abre paso la crítica anti-industrial? Los Amigos de Ludd nº 8, febrero de 2005.
- Un mundo feliz. Aldous Huxley (1932).
- Naturaleza, ruralidad y civilización. Félix Rodrigo Mora; Brulot, 2008.
- Los cambios de la modernidad tardía. Miquel Amorós.
- ¿Dónde estamos? Algunas consideraciones sobre el tema de la técnica y las maneras de combatir su dominio. Miquel Amorós.
- La evolución de las ciudades bajo el dominio de las finanzas. Miquel Amorós.
- Urbanismo y destrucción. Miquel Amorós; Ekintza Zuzena nº 32.
- Urbanización y defensa del territorio. Miquel Amorós.
- La urbe totalitaria. Miquel Amorós, Ekintza Zuzena nº 33.
- El Huracán de la Gran Transformación. Ramón Germinal.
- Capitalismo contra ecología. Mike Davis; Ekintza Zuzena nº 33.
- El consenso no es la vía para luchar contra el TAV. Iñaki Urrestarazu.
- La ciudad invernadero. Andeka Larrea; Ekintza Zuzena nº 35.
- El desarrollo de la industrialización y sus resistencias. Carlos, Edit. Alikornio.
- Historia natural de la urbanización. Lewis Mumford; Etcétera (minimas) nº 41.
- Nuevo parte de guerra del desarrollo. Asamblea contra el TAV; Ekintza Zuzena nº 35.
- La sociedad red y nosotr@s, sus enemig@s. Ekintza Zuzena nº 31.
- El Tsunami urbanizador español y mundial. Ramón Fernandez Durán.
- El abismo se repuebla (1997). Jaime Semprun; Précipité, 2002.
- Diálogos sobre el fin de los tiempos modernos. Jaime Semprun; Muturreko, 2006.
- Antología de textos de Los Amigos de Ludd. Muturreko / BS Hnos. Quero, 2009.
- Las ilusiones renovables, la cuestón de la energía y la dominación social. Los Amigos de Ludd; Muturreko, 2007.
- Contra el despotismo de la velocidad (1991). VVAA; Virus, 1999.
- Contra la megamáquina. Ensayos sobre el Imperio y el desastre tecnológico (1981). David Watson; Alikornio, 2002.
- La convivencialidad (1973). Ivan Illich; Barral, 1974.
- Los destructores de máquinas. Ernst Toller; Alikornio, 2002.
- Dialéctica de la Ilustración (1944). Max Horkheimer / Theodor W. Adorno; Trotta, 2009.
- La edad de la técnica (1977). Jacques Ellul; Octaedro, 2003.
- El hombre unidimensional, ensayo sobre la ideolgía de la sociedad industrial avanzada (1964). Herbert Marcuse; Ariel, 2007.
- La locura de la automatización. David F. Noble; Alikornio, 2001.
- Una visión diferente del progreso. En defensa del luddismo. David F. Noble; Alikornio, 2000.
- Máquina maldita. Contribuciones para una historia del luddismo. Frank E. Manuel / Kevin Robins / Frank Webster; Alikornio, 2002.
- El mito de la Razón. Georges Lapierre; Alikornio, 2003.
- Nosotros los hijos de Eichmann. Carta abierta a Klaus Eichmann (1988). Günther Anders; Paidós, 2001.
- Observaciones sobre la agricultura genéticamente modificada y la degradación de las especies (1999). Encyclopédie des Nuisances [EdN]; Alikornio, 2000.
- La sinrazón en las ciencias los oficios y las artes. EdN; Muturreko, 2000.
- Los progresos de la domesticación (2003). René Riesel; Précipité / Muturreko, 2003.
- Los pulsos de la intransigencia. Lemoiz, Leizarán, Itoiz. Juantxo Estebaranz; Muturreko, 2008.
- Relación del envenenamiento perpetrado en España (1994). Jacques Philipponeau; Précipité, 2000.
- Técnica y civilización (1934). Lewis Mumford; Alianza, 1997.
- Tecnópolis (1993). Neil Postman; Libros del Índice, 1994.
- Vivir en el alambre y otros escritos. Ramón Germinal; Muturreko / BS Hns. Quero, 2005.
- Resquicios, revista de crítica social.
¿Cuando peor, mejor? (El imaginario apocalíptico y sus implicaciones)
¿Cuando peor, mejor? (El imaginario apocalíptico y sus implicaciones).
La percepción social de las múltiples crisis sistémicas está contribuyendo a apuntalar, también en los "espacios críticos", un imaginario apocalíptico muy arraigado que se nos presenta con múltiples caras. Os proponemos revisar los orígenes, la evolución y las formas que toma hoy en día esta manera "peliculera" de imaginar el futuro y el cambio social; debatir sobre sus implicaciones e imaginar posible vías para superarla.
Ponente: Javier Rodríguez Hidalgo (editor de la revista "Resquicios" y miembro de la "Asamblea contra el TAV")
ESCUCHAR EL AUDIO AQUÍ
MÁS INFORMACIÓN EN: Cicle de pensament i lluita antindustrial (ene/jun 2010)
La percepción social de las múltiples crisis sistémicas está contribuyendo a apuntalar, también en los "espacios críticos", un imaginario apocalíptico muy arraigado que se nos presenta con múltiples caras. Os proponemos revisar los orígenes, la evolución y las formas que toma hoy en día esta manera "peliculera" de imaginar el futuro y el cambio social; debatir sobre sus implicaciones e imaginar posible vías para superarla.
Ponente: Javier Rodríguez Hidalgo (editor de la revista "Resquicios" y miembro de la "Asamblea contra el TAV")
ESCUCHAR EL AUDIO AQUÍ
MÁS INFORMACIÓN EN: Cicle de pensament i lluita antindustrial (ene/jun 2010)
Aprendiendo a decir NO. Conflictos y resistencias en torno a la actual forma de concebir y proyectar la ciudad de Granada
FUENTE: Estudios antropológicos "La Corrala"
Aprendiendo a decir NO. Conflictos y resistencias en torno a la actual forma de concebir y proyectar la ciudad de Granada, de Juan Rodríguez Medela y Óscar Salguero Montaño
(Grupo de Estudios Antropológicos ‘La Corrala’)
Bajo el título de “Aprendiendo a decir No. Conflictos y resistencias en torno a la forma de concebir y proyectar la ciudad de Granada” se aglutinan los aspectos fundamentales de la investigación llevada a cabo entre otoño de 2006 y primavera de 2009 sobre los procesos de transformación que actualmente vive la metrópoli de Granada y las confrontaciones que éstas conllevan.
En este libro hemos pretendido analizar e interpretar la puesta en práctica de las diversas estrategias, tanto en el ámbito económico como en el social, el político y el cultural, que entran en juego en los procesos de concepción y transformación de la ciudad, ya sea desde el punto de vista de las que accionan –empresas, entidades públicas, propietarias, etc.- o desde la perspectiva de las que responden ante este tipo de intervenciones –asociaciones, colectivos, vecinos, inquilinos, etc.-. Aunque estos procesos no van necesariamente unidos a conflictos sociales, sí es bastante factible que alguna de las personas o colectivos salgan desfavorecidos en este tipo de transacciones, sin que ello signifique la activación necesaria de una fuerza social. A pesar de que se trata de un procedimiento que se da en multitud de lugares del espacio geográfico estatal –también en la mayor parte del mundo donde hay un contraste de intereses entre las diferentes clases sociales-, este estudio se ha centrado en la ciudad de Granada, entre los años 1990 y 2008 , de ahí su carácter diacrónico.
Los procesos de concepción y transformación de la ciudad de Granada se repiten en muchas otras urbes del Estado español de características más o menos similares, como hemos apuntado; ello debido a que se trata de un modelo generalizado que se asienta sobre idénticos pilares: la habitabilidad, vinculada a la vivienda y los servicios; y la movilidad, vinculada a las grandes infraestructuras del transporte. Estos procesos, estructuralmente interrelacionados, son básicamente dos: la reforma urbana, con las consiguientes consecuencias gentrificadoras en barrios como el Albayzín; y el crecimiento/expansión de la ciudad, traducido en la implantación de grandes infraestructuras y conurbaciones, como el cierre de la Primera Circunvalación o la expansión por el Este-Norte, tras haber casi finalizado la apropiación del suelo en La Vega granadina. Las dinámicas derivadas de este modelo de ciudad son el actual Área Metropolitana de Granada, a modo de aglomeración urbana (centro-periferia), compuesta por un cinturón de más treinta municipios y la sectorización geográfica.
Entre los impactos más generales de esta ordenación del territorio están la ruptura de las redes sociales (desestructuración comunitaria y segregación social) y el deterioro/destrucción ambiental. Ello, en el ámbito local de Granada, se traduce entre otras cosas en una revitalización económica sectorial de la urbe; la orientación de cara al turismo de determinados barrios como el Sacromonte y el Albayzín (transformación de casas vecinales en hoteles, sustitución de comercios, preponderancia de la imagen sobre la habitabilidad); financiación pública de fines privados a través de ciertas ayudas a la rehabilitación; la desaparición de entornos naturales periurbanos como el Monte del Loro; la motorización y ‘cementización’ de espacios como el Paseo de la Fuente de la Bicha; etc.
Independientemente de la diversidad de frentes relacionados con este tipo de procesos, hemos tomado tres de ellos principalmente como factores de análisis del objeto de estudio: En primer lugar, las estrategias de los agentes del suelo, tanto los del sector privado como los del sector público; en segundo lugar, la gestión por parte del gobierno, local y/o autonómico, de las políticas públicas sobre la ordenación urbana del territorio, a la hora de favorecer o dificultar este tipo de procesos; y, por último, las diversas formas de respuesta organizadas por parte de individuos y/o grupos ante una situación próxima a ser insostenible.
Con todo esto, el resultado general ha sido una cartografía de la diversidad de conflictos urbanísticos y vecinales abiertos en Granada y su área metropolitana, interrelacionándolos entre sí y contextualizándolos en un conflicto de mayores dimensiones, que se ha denominado violencia urbanística, junto con el de ‘fuerza social’. Y más especialmente, un análisis detallado a través de estudios de caso de algunas de las diversas formas de organización y prácticas de los movimientos sociales autónomos, o menos institucionales, que están activos en Granada.
RODRÍGUEZ MEDELA, Juan y SALGUERO MONTAÑO, Óscar. 2009. Aprendiendo a decir NO. Conflictos y resistencias en torno a la formas de concebir y proyectar la ciudad de Granada. Asociación de Estudios Antropológicos ‘La Corrala’, Granada. ISBN-13:978-84-613-5396-5
Versión online de libre descarga en esta dirección, con licencia creative commons AQUÍ
Para su adquisición y/o distribución en papel: gealacorrala@hotmail.com
(Grupo de Estudios Antropológicos ‘La Corrala’)
Bajo el título de “Aprendiendo a decir No. Conflictos y resistencias en torno a la forma de concebir y proyectar la ciudad de Granada” se aglutinan los aspectos fundamentales de la investigación llevada a cabo entre otoño de 2006 y primavera de 2009 sobre los procesos de transformación que actualmente vive la metrópoli de Granada y las confrontaciones que éstas conllevan.
En este libro hemos pretendido analizar e interpretar la puesta en práctica de las diversas estrategias, tanto en el ámbito económico como en el social, el político y el cultural, que entran en juego en los procesos de concepción y transformación de la ciudad, ya sea desde el punto de vista de las que accionan –empresas, entidades públicas, propietarias, etc.- o desde la perspectiva de las que responden ante este tipo de intervenciones –asociaciones, colectivos, vecinos, inquilinos, etc.-. Aunque estos procesos no van necesariamente unidos a conflictos sociales, sí es bastante factible que alguna de las personas o colectivos salgan desfavorecidos en este tipo de transacciones, sin que ello signifique la activación necesaria de una fuerza social. A pesar de que se trata de un procedimiento que se da en multitud de lugares del espacio geográfico estatal –también en la mayor parte del mundo donde hay un contraste de intereses entre las diferentes clases sociales-, este estudio se ha centrado en la ciudad de Granada, entre los años 1990 y 2008 , de ahí su carácter diacrónico.
Los procesos de concepción y transformación de la ciudad de Granada se repiten en muchas otras urbes del Estado español de características más o menos similares, como hemos apuntado; ello debido a que se trata de un modelo generalizado que se asienta sobre idénticos pilares: la habitabilidad, vinculada a la vivienda y los servicios; y la movilidad, vinculada a las grandes infraestructuras del transporte. Estos procesos, estructuralmente interrelacionados, son básicamente dos: la reforma urbana, con las consiguientes consecuencias gentrificadoras en barrios como el Albayzín; y el crecimiento/expansión de la ciudad, traducido en la implantación de grandes infraestructuras y conurbaciones, como el cierre de la Primera Circunvalación o la expansión por el Este-Norte, tras haber casi finalizado la apropiación del suelo en La Vega granadina. Las dinámicas derivadas de este modelo de ciudad son el actual Área Metropolitana de Granada, a modo de aglomeración urbana (centro-periferia), compuesta por un cinturón de más treinta municipios y la sectorización geográfica.
Entre los impactos más generales de esta ordenación del territorio están la ruptura de las redes sociales (desestructuración comunitaria y segregación social) y el deterioro/destrucción ambiental. Ello, en el ámbito local de Granada, se traduce entre otras cosas en una revitalización económica sectorial de la urbe; la orientación de cara al turismo de determinados barrios como el Sacromonte y el Albayzín (transformación de casas vecinales en hoteles, sustitución de comercios, preponderancia de la imagen sobre la habitabilidad); financiación pública de fines privados a través de ciertas ayudas a la rehabilitación; la desaparición de entornos naturales periurbanos como el Monte del Loro; la motorización y ‘cementización’ de espacios como el Paseo de la Fuente de la Bicha; etc.
Independientemente de la diversidad de frentes relacionados con este tipo de procesos, hemos tomado tres de ellos principalmente como factores de análisis del objeto de estudio: En primer lugar, las estrategias de los agentes del suelo, tanto los del sector privado como los del sector público; en segundo lugar, la gestión por parte del gobierno, local y/o autonómico, de las políticas públicas sobre la ordenación urbana del territorio, a la hora de favorecer o dificultar este tipo de procesos; y, por último, las diversas formas de respuesta organizadas por parte de individuos y/o grupos ante una situación próxima a ser insostenible.
Con todo esto, el resultado general ha sido una cartografía de la diversidad de conflictos urbanísticos y vecinales abiertos en Granada y su área metropolitana, interrelacionándolos entre sí y contextualizándolos en un conflicto de mayores dimensiones, que se ha denominado violencia urbanística, junto con el de ‘fuerza social’. Y más especialmente, un análisis detallado a través de estudios de caso de algunas de las diversas formas de organización y prácticas de los movimientos sociales autónomos, o menos institucionales, que están activos en Granada.
RODRÍGUEZ MEDELA, Juan y SALGUERO MONTAÑO, Óscar. 2009. Aprendiendo a decir NO. Conflictos y resistencias en torno a la formas de concebir y proyectar la ciudad de Granada. Asociación de Estudios Antropológicos ‘La Corrala’, Granada. ISBN-13:978-84-613-5396-5
Versión online de libre descarga en esta dirección, con licencia creative commons AQUÍ
Para su adquisición y/o distribución en papel: gealacorrala@hotmail.com
Lo social es la vida. Entrevista a Mabel cañadas, miembro de la comunidad de Lakabe
TEXTO COPIADO DE: Alasbarricadas
Entrevista aparecida en Libre Pensamiento nº 60. Mabel Cañadas se inicia en lo social en los movimientos de Bilbao de finales de los 60. Su implicación convencida le hace consciente de un “no llegar” en el que se desenvuelve esa actuación. Descubrir las limitaciones no le lleva al desánimo ni al abandono sino a la búsqueda de nuevos caminos. En los 80 inicia una experiencia de vida comunitaria en el abandonado pueblo navarro de Lakabe, en el que lleva, por tanto, 28 años. Una experiencia radicalmente distinta que le ofrece una reapropiación de su capacidad de decisión, otra forma de abordar lo social en la que importa es lo qué se hace y el cómo, en la que la actuación social es la propia vida
Entrevista aparecida en Libre Pensamiento nº 60. Mabel Cañadas se inicia en lo social en los movimientos de Bilbao de finales de los 60. Su implicación convencida le hace consciente de un “no llegar” en el que se desenvuelve esa actuación. Descubrir las limitaciones no le lleva al desánimo ni al abandono sino a la búsqueda de nuevos caminos. En los 80 inicia una experiencia de vida comunitaria en el abandonado pueblo navarro de Lakabe, en el que lleva, por tanto, 28 años. Una experiencia radicalmente distinta que le ofrece una reapropiación de su capacidad de decisión, otra forma de abordar lo social en la que importa es lo qué se hace y el cómo, en la que la actuación social es la propia vida
(...)
MABEL: Me sorprende la determinación con que el ser humano apoya cualquier poder, parece que piense que el poder tiene que darle la libertad, cuando es algo que le pertenece. Cada uno de nuestros sueños, en lugar de realizarlo, lo trasladamos como reivindicación al Poder, con lo que se establece un juego en el que éste sale fortalecido. Es la persona la que tiene que ponerse en movimiento siguiendo su propio impulso, en ese movimiento se establece un diálogo con la vida y con el resto de la sociedad, una relación que no es de poder. La delegación está íntimamente ligada a la estructura social que tenemos. En las estructuras grandes la persona pierde capacidad de actuar en lo inmediato y tiende a delegar. (...)
ENTREVISTA COMPLETA AQUÍ
ENTREVISTA COMPLETA AQUÍ
La incidencia de la especie humana sobre la faz de la Tierra (1955 - 2005)
JOSÉ MANUEL NAREDO y LUIS GUTIÉRREZ (eds.), La incidencia de la especie humana sobre la faz de la Tierra (1955-2005) , Fundación César Manrique y Universidad de Granada (2005).
La incidencia de la especie humana sobre la faz de la Tierra (1955-2005) recoge los documentos del seminario que, con el mismo título, fue dirigido por José Manuel Naredo en la FCM en mayo del 2003. El libro, al igual que el seminario, tienen su punto de referencia en el histórico simposio Man’s Role in Changing the face of the Earth (El papel del hombre en los cambios de la faz de la Tierra), que tuvo lugar en 1955 en Princeton, promovido por Sauer, Mumford y Glacken, entre otros. En esta publicación se actualiza la reflexión sobre el tema y se analizan los cambios operados desde entonces.
En sus 12 capítulos, se recogen interesantes textos de José Manuel Naredo, Jacques Grinevald, Horacio Capel, Paul F. Starrs, Ramón Margalef, Fernando Parra, Antonio Cendrero, Juan Remondo, Victoria Rivas, Antonio Valero, Edgar Botero, Amaya Martínez, Antonio Estevan, Fernando Cembranos y Fernando Gómez Aguilera. En el anexo, se seleccionan y comentan algunos de los textos más representativos del simposio de 1955, escritos por Carl O. Sauer, Clarence Glaken y Lewis Mumford.
El libro recoge el espíritu del seminario celebrado en la FCM en 2003, abordando temas como la huella ecológica, el consumo de recursos naturales, la economía de mercado y el desarrollo tecnológico, incidiendo en la ocupación territorial en relación a la isla de Lanzarote.
El libro, tercer título de la colección, en esta ocasión ha sido coeditado por la FCM y la Editorial Universidad de Granada.
La incidencia de la especie humana sobre la faz de la Tierra (1955-2005) recoge los documentos del seminario que, con el mismo título, fue dirigido por José Manuel Naredo en la FCM en mayo del 2003. El libro, al igual que el seminario, tienen su punto de referencia en el histórico simposio Man’s Role in Changing the face of the Earth (El papel del hombre en los cambios de la faz de la Tierra), que tuvo lugar en 1955 en Princeton, promovido por Sauer, Mumford y Glacken, entre otros. En esta publicación se actualiza la reflexión sobre el tema y se analizan los cambios operados desde entonces.
En sus 12 capítulos, se recogen interesantes textos de José Manuel Naredo, Jacques Grinevald, Horacio Capel, Paul F. Starrs, Ramón Margalef, Fernando Parra, Antonio Cendrero, Juan Remondo, Victoria Rivas, Antonio Valero, Edgar Botero, Amaya Martínez, Antonio Estevan, Fernando Cembranos y Fernando Gómez Aguilera. En el anexo, se seleccionan y comentan algunos de los textos más representativos del simposio de 1955, escritos por Carl O. Sauer, Clarence Glaken y Lewis Mumford.
El libro recoge el espíritu del seminario celebrado en la FCM en 2003, abordando temas como la huella ecológica, el consumo de recursos naturales, la economía de mercado y el desarrollo tecnológico, incidiendo en la ocupación territorial en relación a la isla de Lanzarote.
El libro, tercer título de la colección, en esta ocasión ha sido coeditado por la FCM y la Editorial Universidad de Granada.
Movilidad motorizada
RAMÓN FDEZ. DURÁN, "Movilidad motorizada" en Ekintza Zuzena número 24
La mundialización económica y la ampliación de los mercados promueven la expansión imparable del transporte motorizado Con posterioridad a la segunda guerra mundial se entra en una nueva fase de la evolución del capitalismo. Una nueva etapa que iba a estar presidida por la creciente preponderancia del comercio mundial multilateral, y la orientación paulatina de la producción hacia mercados más amplios que los que definían las fronteras de los Estado-nación (lo cual es especialmente cierto en Europa occidental, donde se procede desde los años 50 a la creación de un espacio económico supraestatal: la CEE). Es un periodo de crecimiento y consolidación de grandes empresas en los llamados países del Norte, que proyectan cada vez más su actuación a nivel planetario. (…)
(…) Paralelamente, en el campo, se asiste a la progresiva desaparición de la pequeña actividad productiva agraria tradicional, debido a la expansión de la actividad agropecuaria industrializada (agribusiness), basada en las técnicas de la «revolución verde» (grandes explotaciones, altamente mecanizadas, con gran consumo de energía, con elevados inputs de fertilizantes quimicos y sintéticos, así como pesticidas, y por consiguiente de alto impacto ambiental).
Todo ello genera unas fuertes corrientes migratorias campo-ciudad, provocando un acusado crecimiento poblacional de las principales metrópolis. Es una época de pleno empleo (con carácter fijo), de mejora generalizada de los niveles salariales y de las condiciones de trabajo. Ello coexiste con un fuerte desarrollo de la motorización y del transporte por carretera, en general. De hecho, las principales industrias se relacionan, en una importante medida, con el sector del automóvil y del petróleo. En la consolidación de este nuevo modelo productivo y territorial, en los países del Norte, cumplen un papel trascendental los estados. Son años de fuerte intervencionismo estatal, de políticas keynesianas, en que, se desarrolla el llamado Estado del Bienestar. Los estados no sólo actúan en el ámbito de la promoción de la vivienda pública (en concreto en la Europa comunitaria), para acoger a la grandes volúmenes de población que acuden a las ciudades, sino que impulsan, asimismo, la construcción de grandes infraestructuras de transporte, especialmente viarias, de alta capacidad. Infraestructuras que conectan los principales núcleos urbanos, y que, en menor medida, se localizan en el interior de las metrópolis y en sus periferias. (…)
(…) Todo lo cual genera un salto sin precedentes en los procesos de urbanización mundial. Hoy en día el 50% de la población del planeta habita en ciudades [1]. Este crecimiento es especialmente importante, en términos cuantitativos, en los países de la Periferia Sur, mientras que en los países del Norte el crecimiento urbano adopta fundamentalmente, en este periodo, un componente espacial (expansión en forma de «mancha de aceite» de las llamadas regiones metropolitanas) más que poblacional [2]. Todos estos hechos comportan un desarrollo sin parangón de las necesidades de transporte motorizado, y en especial de las distancias que recorren las mercancías. La globalización económica y el crecimiento imparable de la movilidad motorizada son, por consiguiente, las dos caras de una misma moneda. Esta explosión generalizada de nueva demanda de transporte es preciso satisfacerla con grandes infraestructuras (viarias, portuarias, aeroportuarias...), que permitan un funcionamiento fluido de un modelo productivo que tiene una dimensión mundial. Y al mismo tiempo esta creación de infraestructuras incentiva los procesos de globalización, urbanización y extensión de la movilidad motorizada. (…) >>TEXTO COMPLETO>> AQUÍ
La mundialización económica y la ampliación de los mercados promueven la expansión imparable del transporte motorizado Con posterioridad a la segunda guerra mundial se entra en una nueva fase de la evolución del capitalismo. Una nueva etapa que iba a estar presidida por la creciente preponderancia del comercio mundial multilateral, y la orientación paulatina de la producción hacia mercados más amplios que los que definían las fronteras de los Estado-nación (lo cual es especialmente cierto en Europa occidental, donde se procede desde los años 50 a la creación de un espacio económico supraestatal: la CEE). Es un periodo de crecimiento y consolidación de grandes empresas en los llamados países del Norte, que proyectan cada vez más su actuación a nivel planetario. (…)
(…) Paralelamente, en el campo, se asiste a la progresiva desaparición de la pequeña actividad productiva agraria tradicional, debido a la expansión de la actividad agropecuaria industrializada (agribusiness), basada en las técnicas de la «revolución verde» (grandes explotaciones, altamente mecanizadas, con gran consumo de energía, con elevados inputs de fertilizantes quimicos y sintéticos, así como pesticidas, y por consiguiente de alto impacto ambiental).
Todo ello genera unas fuertes corrientes migratorias campo-ciudad, provocando un acusado crecimiento poblacional de las principales metrópolis. Es una época de pleno empleo (con carácter fijo), de mejora generalizada de los niveles salariales y de las condiciones de trabajo. Ello coexiste con un fuerte desarrollo de la motorización y del transporte por carretera, en general. De hecho, las principales industrias se relacionan, en una importante medida, con el sector del automóvil y del petróleo. En la consolidación de este nuevo modelo productivo y territorial, en los países del Norte, cumplen un papel trascendental los estados. Son años de fuerte intervencionismo estatal, de políticas keynesianas, en que, se desarrolla el llamado Estado del Bienestar. Los estados no sólo actúan en el ámbito de la promoción de la vivienda pública (en concreto en la Europa comunitaria), para acoger a la grandes volúmenes de población que acuden a las ciudades, sino que impulsan, asimismo, la construcción de grandes infraestructuras de transporte, especialmente viarias, de alta capacidad. Infraestructuras que conectan los principales núcleos urbanos, y que, en menor medida, se localizan en el interior de las metrópolis y en sus periferias. (…)
(…) Todo lo cual genera un salto sin precedentes en los procesos de urbanización mundial. Hoy en día el 50% de la población del planeta habita en ciudades [1]. Este crecimiento es especialmente importante, en términos cuantitativos, en los países de la Periferia Sur, mientras que en los países del Norte el crecimiento urbano adopta fundamentalmente, en este periodo, un componente espacial (expansión en forma de «mancha de aceite» de las llamadas regiones metropolitanas) más que poblacional [2]. Todos estos hechos comportan un desarrollo sin parangón de las necesidades de transporte motorizado, y en especial de las distancias que recorren las mercancías. La globalización económica y el crecimiento imparable de la movilidad motorizada son, por consiguiente, las dos caras de una misma moneda. Esta explosión generalizada de nueva demanda de transporte es preciso satisfacerla con grandes infraestructuras (viarias, portuarias, aeroportuarias...), que permitan un funcionamiento fluido de un modelo productivo que tiene una dimensión mundial. Y al mismo tiempo esta creación de infraestructuras incentiva los procesos de globalización, urbanización y extensión de la movilidad motorizada. (…) >>TEXTO COMPLETO>> AQUÍ
El proyecto modernizador, contra la mayoría social y el entorno ambiental
RAMÓN FDEZ. DURÁN, "El proyecto modernizador, contra la mayoría social y el entorno ambiental" en Ekintza Zuzena número 18.
El proyecto modernizador ha arrancado a lo largo de los últimos 150 ó 200 años a la población de las áreas rurales, destruyendo su capacidad de sustento más o menos autónoma; y privatizando, mercantilizando y monetarizando unas riquezas de carácter comunal sobre las que en gran medida se basaba su subsistencia. Lo cual posibilitó recluir a esta fuerza de trabajos en las áreas urbanas donde, en un primer momento, se les garantizaba, mal que bien, el trabajo asalariado fijo, generado a partir de inversiones industriales hacia donde se destinaba la riqueza monetarizada, que crecientemente quedaba acumulada en menos manos. La venta de la fuerza de trabajo permitía a la población asalariada acceder a la compra de bienes y servicios para desarrollar su vida cotidiana y reproducirse socialmente. Más tarde, la propia evolución del proyecto modernizador, especialmente en su fase actual de globalización, está significando no sólo la destrucción y precarización de gran parte de este empleo asalariado, sino el paralelo aniquilamiento del empleo autónomo y pequeña actividad productiva que aún perduraba. De esta forma, se genera un excedente de fuerza de trabajo que el modelo es incapaz de incorporar a su estructura productiva, y al que se ve crecientemente imposibilitado de atender ni siquiera a través de políticas asistenciales. Ello choca con el carácter dependiente de esta población, a la que se le ha expropiado su capacidad de mantenimiento autónomo, máxime en los espacios metropolitanos, donde principalmente se almacena este excedente, que se configuran como los espacios centrales de la fragmentación, exclusión y marginación social. (...) >>TEXTO COMPLETO>> AQUÍ
El proyecto modernizador ha arrancado a lo largo de los últimos 150 ó 200 años a la población de las áreas rurales, destruyendo su capacidad de sustento más o menos autónoma; y privatizando, mercantilizando y monetarizando unas riquezas de carácter comunal sobre las que en gran medida se basaba su subsistencia. Lo cual posibilitó recluir a esta fuerza de trabajos en las áreas urbanas donde, en un primer momento, se les garantizaba, mal que bien, el trabajo asalariado fijo, generado a partir de inversiones industriales hacia donde se destinaba la riqueza monetarizada, que crecientemente quedaba acumulada en menos manos. La venta de la fuerza de trabajo permitía a la población asalariada acceder a la compra de bienes y servicios para desarrollar su vida cotidiana y reproducirse socialmente. Más tarde, la propia evolución del proyecto modernizador, especialmente en su fase actual de globalización, está significando no sólo la destrucción y precarización de gran parte de este empleo asalariado, sino el paralelo aniquilamiento del empleo autónomo y pequeña actividad productiva que aún perduraba. De esta forma, se genera un excedente de fuerza de trabajo que el modelo es incapaz de incorporar a su estructura productiva, y al que se ve crecientemente imposibilitado de atender ni siquiera a través de políticas asistenciales. Ello choca con el carácter dependiente de esta población, a la que se le ha expropiado su capacidad de mantenimiento autónomo, máxime en los espacios metropolitanos, donde principalmente se almacena este excedente, que se configuran como los espacios centrales de la fragmentación, exclusión y marginación social. (...) >>TEXTO COMPLETO>> AQUÍ
Tradicionalismos revolucionarios
FUENTE: Insurgencia carlista
PEDRO GARCÍA OLIVO, Tradicionalismos revolucionarios
(...) La Modernidad puede verse, de hecho Henri Lefebvre quiso verla así, como un “rodillo compresor”, un rodillo que oprime y aplasta la alteridad. Donde subsiste una peculiar especie de lo no-moderno, a un tiempo pre-moderna y anti-moderna, resistencia pos-moderna grávida de un futuro impensado, palpita también una forma de diferencia que el poder teme y persigue: no son “modernas”, por ejemplo, las Comunidades indígenas “en Usos y Costumbres” que persisten en varios estados de México; se apegan, de hecho, a unos valores y unas formas de organización “tradicionales” contra los que se dispone en nuestro tiempo el rodillo homogeneizador del Capitalismo tardío. (...) >>TEXTO COMPLETO>> AQUÍ
PEDRO GARCÍA OLIVO, Tradicionalismos revolucionarios
(...) La Modernidad puede verse, de hecho Henri Lefebvre quiso verla así, como un “rodillo compresor”, un rodillo que oprime y aplasta la alteridad. Donde subsiste una peculiar especie de lo no-moderno, a un tiempo pre-moderna y anti-moderna, resistencia pos-moderna grávida de un futuro impensado, palpita también una forma de diferencia que el poder teme y persigue: no son “modernas”, por ejemplo, las Comunidades indígenas “en Usos y Costumbres” que persisten en varios estados de México; se apegan, de hecho, a unos valores y unas formas de organización “tradicionales” contra los que se dispone en nuestro tiempo el rodillo homogeneizador del Capitalismo tardío. (...) >>TEXTO COMPLETO>> AQUÍ
El movimiento carlista frente al estado español
JAVIER CUBERO DE VICENTE, Comunicación presentada en las V Jornadas de Historia Contemporánea–V Xornaes d’Historia Contemporánea, organizadas por la Asociación de Jóvenes Historiadores–Conceyu de Xóvenes Historiadores, y celebradas en Uvieu/Oviedo en abril de 2006.
(...) Al carlismo histórico se le puede clasificar dentro de lo que Hobsbawm denominó rebeldes primitivos, formas arcaicas de agitación social que no se pueden incluir ni en las revueltas propias del Antiguo Régimen ni en los movimientos sociales modernos y que han sido subvaloradas por muchos historiadores que no han podido o no han querido estudiarlas seriamente porque eso les suponía romper con sus esquemas predeterminados. De hecho “la filiación y el carácter político de estos movimientos resulta no pocas veces impreciso, ambiguo” pues están formados por “gentes prepolíticas que todavía no han dado, o acaban de dar, con un lenguaje específico en el que expresar sus aspiraciones tocantes al mundo”. Los integrantes de estos movimientos no nacen dentro del mundo del capitalismo, sino que “llegan a él en su calidad de inmigrantes de primera generación, o lo que resulta todavía más catastrófico, les llega este mundo traído desde fuera, unas veces con insidia, por el operar de fuerzas económicas que no comprenden y sobre las que no tienen control alguno; otras con descaro, mediante la conquista, revoluciones y cambios fundamentales en el sistema imperante, mutaciones cuyas consecuencias no alcanzan a comprender, aunque hayan contribuido a ellas” siendo su problema el “cómo adaptarse a la vida y luchas de la sociedad moderna”[v]. (...)
(...) Otra característica importante del Carlismo a lo largo de su larga historia ha sido su pluralidad, no constituyendo jamás un bloque uniforme. En el nacimiento y desarrollo del Carlismo a lo largo del siglo XIX confluyeron “tres determinantes históricos bien diferenciados: hay un problema de resistencia campesina a la penetración del capitalismo liberal en los medios rurales; hay un problema de resistencia autonomista frente a un Estado liberal resueltamente entregado a su función centralizadora; hay un problema de resistencia de unas formas de religiosidad tradicionales(…) frente a cuanto el liberalismo y el proceso general de secularización comportan(…). A estos tres factores determinantes puede añadirse la incidencia, desde poco antes de morir Fernando VII, del consabido conflicto dinástico.”[vii] La bandera dinástica de Don Carlos fue ante todo el paraguas en torno al cual se agruparon todos los sectores que se oponían a la Revolución liberal, cuya unidad desaparecía en cuanto trataba de desarrollarse un proyecto político de gobierno. (...)
(...) Entre los carlistas, que proclaman orgullosamente su incorporación voluntaria a la guerra veremos aparecer una vertiente antimilitarista y “de hecho, en toda la documentación de época los carlistas rara vez utilizan para sí mismos las palabras tropa, soldado o recluta, empleando siempre las de voluntarios o paisanos armados”. La movilización popular a favor del Carlismo sólo se puede llegar a entender si se tiene en cuenta que “para muchos voluntarios, la guerra toma la apariencia de un combate de liberación social”, de una lucha de “pobrerío carlista contra ricos liberales”, de hecho, ya en 1833, el virrey de Navarra instaba a las autoridades a defender la propiedad privada de los ataques que estaba sufriendo por parte de “los revolucionarios que infestan el país”. Pero el carlismo no fue un movimiento exclusivamente campesino, encontrando también apoyo entre los trabajadores urbanos. Cuando entró en Oviedo la expedición carlista del general Gómez, en la prensa liberal de Madrid se publicó que “la ciudad quedó desierta de toda la gente honrada, y los carlistas sólo recibieron el aplauso de la pillería de los mercados y el sanculotismo, carniceros, zapateros y albañiles”. (...)
(...) Después de las derrotas de las sucesivas guerras carlistas, el liberalismo triunfante podía ya dedicarse plenamente a la construcción del Estado unitario español y del nuevo orden económico capitalista, deshaciendo el entramado municipal y comunalista de la sociedad tradicional. (...)
(...) Durante la Tercera Guerra Carlista (1872-1876) la prensa liberal señalará que las causas de esta guerra son de origen socialista, alertando sobre el odio social del campesino a los grandes propietarios y “el color socialista del más subido rojo” de los sermones de los párrocos carlistas[xvi]. Los jornaleros y pequeños labradores carlistas se habían empobrecido con las nuevas legislaciones mientras habían visto enriquecerse a los abanderados del liberalismo a costa de los bienes comunales. Y una vez sublevados, los campesinos carlistas dislocarán a las autoridades liberales, destruyendo todo lo que represente al Estado liberal, quemando los registros civiles de los pueblos, paralizando ferrocarriles y telégrafos, persiguiendo a los ricos que se habían apropiado de las tierras desamortizadas; es entonces cuando se vislumbran los rasgos luddistas de las bases carlistas. Ante el deterioro del poder del Estado, el capitán general Rafael Izquierdo afirmara que“hay que hacer país liberal y país español cuando menos”[xvii]. Los oficiales del ejército liberal reaccionarán violentamente contra quienes no hablaban en castellano, e incluso se va a producir la detención de paisanos que por no responder en castellano al ser preguntados por el movimiento de las guerrillas, van a ser considerados sospechosos de ser carlistas[xviii]. (...)
(...) Un comunitarismo que tenía tres dimensiones, una inmediata, ligada a su pueblo, a la parroquia, al valle, con sus tradiciones, sistemas de vida, comunales y relaciones sociales; otra algo más global, que algunos definen como “protonacionalismo” y que une a las diferentes comarcas en países definidos por una historia, una cultura, una lengua y unas tradiciones propias; y por último, Las Españas como el conjunto de los diferentes países o comunidades históricas, unidos culturalmente por la religión católica y políticamente por una Monarquía Federal fundamentada en un pacto entre las comunidades y la Corona, y en la cual, los diferentes países tendrían tal alto grado de autogobierno que el proyecto carlista era definido por sus portavoces como una “confederación de repúblicas sociales”. Y en caso de ruptura del pacto, las comunidades tenían derecho a independizarse. La Patria para los carlistas era la tierra natal, de los antepasados, la tierra de una misma comunidad afectiva, con cultura e instituciones propias, y por tanto defenderán las comunidades históricas rechazando la división provincial del Estado liberal. Y el aspecto religioso debe interpretarse como un aspecto más de la personalidad de sus comunidades, es la fe de sus antepasados, vivida en una dimensión comunitaria con sencillez y autenticidad, pues los carlistas optaban por una Iglesia en pobreza y libertad, con absoluta independencia de los poderes estatales para cumplir su misión. Los carlistas entenderán a los fueros “como las leyes que el pueblo se da a lo largo de la historia, primero consuetudinariamente, posteriormente codificadas por escrito”[xxii]. Y el régimen foral defendido por los carlistas estará dotado de una base no individualista pues las primeras asambleas vecinales nos muestran una agrupación federativa de familias, desde las cuales se va estructurando progresiva y federativamente el edificio foral: anteiglesias, pueblos, Juntas. (...)
(...) Los carlistas desarrollaron toda una estética caracterizada por la nostalgia de un paraíso perdido, que en puridad nunca había existido tal como lo presentaban, y cuyos valores eran “la defensa de las sociedades primitivas frente a las industrializadas, la preferencia de la vida natural a la vida urbana, la superioridad del objeto artesanal sobre el manufacturado en serie, en fin, la exaltación de la belleza por encima de lo moderno”[xxiv] y lo tecnológico. (...)
>>TEXTO COMPLETO>> AQUÍ
(...) Al carlismo histórico se le puede clasificar dentro de lo que Hobsbawm denominó rebeldes primitivos, formas arcaicas de agitación social que no se pueden incluir ni en las revueltas propias del Antiguo Régimen ni en los movimientos sociales modernos y que han sido subvaloradas por muchos historiadores que no han podido o no han querido estudiarlas seriamente porque eso les suponía romper con sus esquemas predeterminados. De hecho “la filiación y el carácter político de estos movimientos resulta no pocas veces impreciso, ambiguo” pues están formados por “gentes prepolíticas que todavía no han dado, o acaban de dar, con un lenguaje específico en el que expresar sus aspiraciones tocantes al mundo”. Los integrantes de estos movimientos no nacen dentro del mundo del capitalismo, sino que “llegan a él en su calidad de inmigrantes de primera generación, o lo que resulta todavía más catastrófico, les llega este mundo traído desde fuera, unas veces con insidia, por el operar de fuerzas económicas que no comprenden y sobre las que no tienen control alguno; otras con descaro, mediante la conquista, revoluciones y cambios fundamentales en el sistema imperante, mutaciones cuyas consecuencias no alcanzan a comprender, aunque hayan contribuido a ellas” siendo su problema el “cómo adaptarse a la vida y luchas de la sociedad moderna”[v]. (...)
(...) Otra característica importante del Carlismo a lo largo de su larga historia ha sido su pluralidad, no constituyendo jamás un bloque uniforme. En el nacimiento y desarrollo del Carlismo a lo largo del siglo XIX confluyeron “tres determinantes históricos bien diferenciados: hay un problema de resistencia campesina a la penetración del capitalismo liberal en los medios rurales; hay un problema de resistencia autonomista frente a un Estado liberal resueltamente entregado a su función centralizadora; hay un problema de resistencia de unas formas de religiosidad tradicionales(…) frente a cuanto el liberalismo y el proceso general de secularización comportan(…). A estos tres factores determinantes puede añadirse la incidencia, desde poco antes de morir Fernando VII, del consabido conflicto dinástico.”[vii] La bandera dinástica de Don Carlos fue ante todo el paraguas en torno al cual se agruparon todos los sectores que se oponían a la Revolución liberal, cuya unidad desaparecía en cuanto trataba de desarrollarse un proyecto político de gobierno. (...)
(...) Entre los carlistas, que proclaman orgullosamente su incorporación voluntaria a la guerra veremos aparecer una vertiente antimilitarista y “de hecho, en toda la documentación de época los carlistas rara vez utilizan para sí mismos las palabras tropa, soldado o recluta, empleando siempre las de voluntarios o paisanos armados”. La movilización popular a favor del Carlismo sólo se puede llegar a entender si se tiene en cuenta que “para muchos voluntarios, la guerra toma la apariencia de un combate de liberación social”, de una lucha de “pobrerío carlista contra ricos liberales”, de hecho, ya en 1833, el virrey de Navarra instaba a las autoridades a defender la propiedad privada de los ataques que estaba sufriendo por parte de “los revolucionarios que infestan el país”. Pero el carlismo no fue un movimiento exclusivamente campesino, encontrando también apoyo entre los trabajadores urbanos. Cuando entró en Oviedo la expedición carlista del general Gómez, en la prensa liberal de Madrid se publicó que “la ciudad quedó desierta de toda la gente honrada, y los carlistas sólo recibieron el aplauso de la pillería de los mercados y el sanculotismo, carniceros, zapateros y albañiles”. (...)
(...) Después de las derrotas de las sucesivas guerras carlistas, el liberalismo triunfante podía ya dedicarse plenamente a la construcción del Estado unitario español y del nuevo orden económico capitalista, deshaciendo el entramado municipal y comunalista de la sociedad tradicional. (...)
(...) Durante la Tercera Guerra Carlista (1872-1876) la prensa liberal señalará que las causas de esta guerra son de origen socialista, alertando sobre el odio social del campesino a los grandes propietarios y “el color socialista del más subido rojo” de los sermones de los párrocos carlistas[xvi]. Los jornaleros y pequeños labradores carlistas se habían empobrecido con las nuevas legislaciones mientras habían visto enriquecerse a los abanderados del liberalismo a costa de los bienes comunales. Y una vez sublevados, los campesinos carlistas dislocarán a las autoridades liberales, destruyendo todo lo que represente al Estado liberal, quemando los registros civiles de los pueblos, paralizando ferrocarriles y telégrafos, persiguiendo a los ricos que se habían apropiado de las tierras desamortizadas; es entonces cuando se vislumbran los rasgos luddistas de las bases carlistas. Ante el deterioro del poder del Estado, el capitán general Rafael Izquierdo afirmara que“hay que hacer país liberal y país español cuando menos”[xvii]. Los oficiales del ejército liberal reaccionarán violentamente contra quienes no hablaban en castellano, e incluso se va a producir la detención de paisanos que por no responder en castellano al ser preguntados por el movimiento de las guerrillas, van a ser considerados sospechosos de ser carlistas[xviii]. (...)
(...) Un comunitarismo que tenía tres dimensiones, una inmediata, ligada a su pueblo, a la parroquia, al valle, con sus tradiciones, sistemas de vida, comunales y relaciones sociales; otra algo más global, que algunos definen como “protonacionalismo” y que une a las diferentes comarcas en países definidos por una historia, una cultura, una lengua y unas tradiciones propias; y por último, Las Españas como el conjunto de los diferentes países o comunidades históricas, unidos culturalmente por la religión católica y políticamente por una Monarquía Federal fundamentada en un pacto entre las comunidades y la Corona, y en la cual, los diferentes países tendrían tal alto grado de autogobierno que el proyecto carlista era definido por sus portavoces como una “confederación de repúblicas sociales”. Y en caso de ruptura del pacto, las comunidades tenían derecho a independizarse. La Patria para los carlistas era la tierra natal, de los antepasados, la tierra de una misma comunidad afectiva, con cultura e instituciones propias, y por tanto defenderán las comunidades históricas rechazando la división provincial del Estado liberal. Y el aspecto religioso debe interpretarse como un aspecto más de la personalidad de sus comunidades, es la fe de sus antepasados, vivida en una dimensión comunitaria con sencillez y autenticidad, pues los carlistas optaban por una Iglesia en pobreza y libertad, con absoluta independencia de los poderes estatales para cumplir su misión. Los carlistas entenderán a los fueros “como las leyes que el pueblo se da a lo largo de la historia, primero consuetudinariamente, posteriormente codificadas por escrito”[xxii]. Y el régimen foral defendido por los carlistas estará dotado de una base no individualista pues las primeras asambleas vecinales nos muestran una agrupación federativa de familias, desde las cuales se va estructurando progresiva y federativamente el edificio foral: anteiglesias, pueblos, Juntas. (...)
(...) Los carlistas desarrollaron toda una estética caracterizada por la nostalgia de un paraíso perdido, que en puridad nunca había existido tal como lo presentaban, y cuyos valores eran “la defensa de las sociedades primitivas frente a las industrializadas, la preferencia de la vida natural a la vida urbana, la superioridad del objeto artesanal sobre el manufacturado en serie, en fin, la exaltación de la belleza por encima de lo moderno”[xxiv] y lo tecnológico. (...)
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La máquina urbanizadora
En aquel vuelo nocturno, al asomarme por la ventanilla del avión, tuve una visión asombrosa: entré la oscuridad divisé una bella línea iluminaria que señalaba la franja litoral sobre la que volábamos. Luces y hormigón destacan, sea de noche o de día, en el continuo urbano del litoral mediterráneo. A diferente escala las fotografías hechas por los satélites, que desde el espacio exterior observan la Tierra, muestran sobre el planeta una gigantesca feria iluminada que resalta sobre la negrura de la noche. La urbanización del mundo es ya hoy una amenaza más que visible para el medio natural y los seres vivos que lo habitan, incluido los seres humanos. Las estadísticas históricas nos dicen que allá por el año 1800 sólo el 3% de la población mundial vivía en ciudades, mientras que el el año 2000, en sólo dos siglos, las áreas urbanas albergan ya a 3000 millones de personas, la mitad de los habitantes del planeta. Amenaza convertida en dolor y muerte al manifestarse con macabra diversidad, a las que genérica y eufemísticamente se les denomina catástrofes. Nada parece detener el crecimiento urbano; es como si esta segunda piel con la que se trata de cubrir una buena parte de la superficie terráquea fuese tan natural como las margaritas o los bosques. (...) >>SIGUE EL TEXTO>> AQUÍ
RAMÓN GERMINAL, "La máquina urbanizadora" en Jornadas tecnología y progreso: una mirada crítica, Granada (abril 2004).
La enfermedad del transporte
(...) Lo que llamamos transporte, esto es, el movimiento horizontal masivo de personas y mercancías, es en su esencia una anomalía en el orden natural, que la Naturaleza no resiste. Aceptar esta realidad es imprescindible para entender las conflictivas relaciones que aparecen en todas partes entre medio ambiente y transporte. En realidad, a partir de un cierto punto, lo que se presenta es una elección: o medio ambiente, o transporte. La conciliación no es posible. No existe el transporte mecanizado masivo respetuoso con el entorno, ni la movilidad sostenible, si se está aludiendo a la movilidad motorizada masiva. Esas nociones son simples construcciones publicitarias, imprescindibles para tranquilizar a la población frente al crecimiento indefinido del transporte, y a sus visibles consecuencias (...) >>TEXTO COMPELTO>> AQUÍ
ANTONIO ESTEVAN, La enfermedad del transporte
ANTONIO ESTEVAN, La enfermedad del transporte
Sobre el origen, el uso y el contenido del término sostenible
Fuente: Ciudades para un futuro más sostenible
Tras la aparición de Informe sobre Nuestro futuro común (1987-1988) coordinado por Gro Harlem Brundtland en el marco de las Naciones Unidas, se fué poniendo de moda el objetivo del "desarrollo sostenible" entendiendo por tal aquel que permite "satisfacer nuestras necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas". A la vez que se extendía la preocupación por la "sostenibilidad" se subrayaba implícitamente, con ello, la insostenibilidad del modelo económico hacia el que nos ha conducido la civilización industrial. Sin embargo, tal preocupación no se ha traducido en la reconsideración y reconversión operativa de este modelo hacia el nuevo propósito. Ello no es ajeno al hecho de que el éxito de la nueva terminología se debió en buena medida al halo de ambigüedad que la acompaña: se trata de enunciar un deseo tan general como el antes indicado sin precisar mucho su contenido ni el modo de llevarlo a la práctica. En lo que sigue recordaremos cual fué el caldo de cultivo que propició su éxito, cuando otras propuestas similares formuladas con anterioridad no habían conseguido prosperar. Propuestas que van desde la pretensión de los economistas franceses del siglo XVIII, hoy llamados fisiócratas, de aumentar las "riquezas renacientes" sin menoscabo de los "bienes fondo", ... hasta las preocupaciones por la "conservación" en la pasada década de los sesenta o por el "ecodesarrollo" de principios de los setenta, a las que haremos referencia más adelante. Anticipemos, pues, que no es tanto su novedad, como su controlada dosis de ambigüedad, lo que explica la buena acogida que tuvo el propósito del "desarrollo sostenible", en un momento en el que la propia fuerza de los hechos exigía más que nunca ligar la reflexión económica al medio físico en el que ha de tomar cuerpo. Sin embargo, la falta de resultados inherente a la ambigüedad que exige el uso meramente retórico del término, se está prolongando demasiado, hasta el punto de minar el éxito político que acompañó a su aplicación inicial. La insatisfacción creciente entre técnicos y gestores que ha originado esta situación, está multiplicando últimamente las críticas a la mencionada ambigüedad conceptual y solicitando cada vez con más fuerza la búsqueda de precisiones que hagan operativo su uso. (...) >>SIGUE EL TEXTO EN>> Ciudades para un futuro más sostenible
J.M. NAREDO, Sobre el origen, el uso y el contenido del término sostenible
Tras la aparición de Informe sobre Nuestro futuro común (1987-1988) coordinado por Gro Harlem Brundtland en el marco de las Naciones Unidas, se fué poniendo de moda el objetivo del "desarrollo sostenible" entendiendo por tal aquel que permite "satisfacer nuestras necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas". A la vez que se extendía la preocupación por la "sostenibilidad" se subrayaba implícitamente, con ello, la insostenibilidad del modelo económico hacia el que nos ha conducido la civilización industrial. Sin embargo, tal preocupación no se ha traducido en la reconsideración y reconversión operativa de este modelo hacia el nuevo propósito. Ello no es ajeno al hecho de que el éxito de la nueva terminología se debió en buena medida al halo de ambigüedad que la acompaña: se trata de enunciar un deseo tan general como el antes indicado sin precisar mucho su contenido ni el modo de llevarlo a la práctica. En lo que sigue recordaremos cual fué el caldo de cultivo que propició su éxito, cuando otras propuestas similares formuladas con anterioridad no habían conseguido prosperar. Propuestas que van desde la pretensión de los economistas franceses del siglo XVIII, hoy llamados fisiócratas, de aumentar las "riquezas renacientes" sin menoscabo de los "bienes fondo", ... hasta las preocupaciones por la "conservación" en la pasada década de los sesenta o por el "ecodesarrollo" de principios de los setenta, a las que haremos referencia más adelante. Anticipemos, pues, que no es tanto su novedad, como su controlada dosis de ambigüedad, lo que explica la buena acogida que tuvo el propósito del "desarrollo sostenible", en un momento en el que la propia fuerza de los hechos exigía más que nunca ligar la reflexión económica al medio físico en el que ha de tomar cuerpo. Sin embargo, la falta de resultados inherente a la ambigüedad que exige el uso meramente retórico del término, se está prolongando demasiado, hasta el punto de minar el éxito político que acompañó a su aplicación inicial. La insatisfacción creciente entre técnicos y gestores que ha originado esta situación, está multiplicando últimamente las críticas a la mencionada ambigüedad conceptual y solicitando cada vez con más fuerza la búsqueda de precisiones que hagan operativo su uso. (...) >>SIGUE EL TEXTO EN>> Ciudades para un futuro más sostenible
J.M. NAREDO, Sobre el origen, el uso y el contenido del término sostenible
El consenso no es vía para luchar contra el TAV
Fuente: Ekintza Zuzena
IÑAKI URRESTARAZU, "El consenso no es vía para luchar contra el TAV" en Ekintza Zuzena número 34.
La lucha contra el proyecto del TAV, uno de los proyectos de infraestructuras más agresivos que se ciernen sobre Euskal Herria, está siendo una larga lucha no exenta de avatares. Durante muchos años, desde la aparición de los primeros proyectos realizados por el Gobierno vasco, la Asamblea contra el TAV ha protagonizado en solitario esta lucha, consciente de los enormes impactos que iba a suponer y a pesar de las dudas manifestadas por muchos sobre la viabilidad de tal proyecto, que el tiempo se ha encargado de clarificar, hasta llegar al actual inicio de obras. La Asamblea contra el TAV, siempre ha entendido, por otra parte, que la lucha contra el TAV no podía ser simplemente la lucha contra un proyecto de infraestructura, por muy salvaje que fuera, sino la lucha contra todo el entramado económico-social que lo impulsaba y que estaba detrás (...). >>TEXTO COMPLETO EN>> Ekintza Zuzena número 34
IÑAKI URRESTARAZU, "El consenso no es vía para luchar contra el TAV" en Ekintza Zuzena número 34.
El Tsunami urbanizador español y mundial
RAMÓN FDEZ. DURÁN, El Tsunami urbanizador español y mundial
“Es un momento excepcional, en que todos los mercados inmobiliarios del mundo están en una fase de expansión. No es normal que todos estén en ciclo expansivo, pero ahora se está dando. Y en ese entorno de crecimiento de negocios y beneficios es difícil estar decepcionado con nada” Colin Dyer, presidente del grupo inmobiliario Jones Lang Lasalle (EL PAÍS, 25-12-2005)
“Nunca habían crecido tanto los precios de la vivienda, por tanto tiempo, y en tantos países (…) El boom inmobiliario global es la mayor burbuja financiera de la historia. Cuanto mayor sea el boom, mayor será el eventual estallido”. The Economist (18-6-05)
“En el mismo momento que dejásemos de construir, se derrumbaría todo". El Roto, viñeta (EL PAÍS, 7-12-05)
“Nada prohíbe la edificación en espacios protegidos” Francisco Marqués, Consejero de Medio Ambiente de Murcia (La Verdad, 15-5-05)
“Cuando las dinastías pusieron la grandeza del poder por encima de la grandeza de la vida, la delgada tierra y la tupida selva no bastaron para alimentar, tanto y tan rápidamente, las exigencias de reyes, sacerdotes, guerreros y funcionarios. Vinieron las guerras, el abandono de las tierras, la fuga a las ciudades primero, y de las ciudades después. La tierra ya no pudo mantener el poder. Cayó el poder. Permaneció la tierra. Permanecieron los hombres sin más poder que el de la tierra". Carlos Fuentes, Los Cinco Soles de México
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“Es un momento excepcional, en que todos los mercados inmobiliarios del mundo están en una fase de expansión. No es normal que todos estén en ciclo expansivo, pero ahora se está dando. Y en ese entorno de crecimiento de negocios y beneficios es difícil estar decepcionado con nada” Colin Dyer, presidente del grupo inmobiliario Jones Lang Lasalle (EL PAÍS, 25-12-2005)
“Nunca habían crecido tanto los precios de la vivienda, por tanto tiempo, y en tantos países (…) El boom inmobiliario global es la mayor burbuja financiera de la historia. Cuanto mayor sea el boom, mayor será el eventual estallido”. The Economist (18-6-05)
“En el mismo momento que dejásemos de construir, se derrumbaría todo". El Roto, viñeta (EL PAÍS, 7-12-05)
“Nada prohíbe la edificación en espacios protegidos” Francisco Marqués, Consejero de Medio Ambiente de Murcia (La Verdad, 15-5-05)
“Cuando las dinastías pusieron la grandeza del poder por encima de la grandeza de la vida, la delgada tierra y la tupida selva no bastaron para alimentar, tanto y tan rápidamente, las exigencias de reyes, sacerdotes, guerreros y funcionarios. Vinieron las guerras, el abandono de las tierras, la fuga a las ciudades primero, y de las ciudades después. La tierra ya no pudo mantener el poder. Cayó el poder. Permaneció la tierra. Permanecieron los hombres sin más poder que el de la tierra". Carlos Fuentes, Los Cinco Soles de México
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Los accidentes de automóvil: una matanza calculada
ANTONIO ESTEVAN, Los accidentes de automóvil: una matanza calculada. Publicado en Revista Sistema, n. 162/163. Madrid 2001.
"Los accidentes de tráfico mortales han sido considerados hasta hace muy poco tiempo como una consecuencia inevitable de la existencia de los automóviles, cuya utilización se supone imprescindible para el desenvolvimiento económico y social en el mundo moderno. Nunca se ha planteado, en consecuencia, la posibilidad de atribuir responsabilidades globales sobre tales muertes a ningún estamento económico o institucional. Sin embargo, en los últimos años se han producido avances significativos en la comprensión del problema de los accidentes de tráfico, que pueden abrir el camino a la identificación de claras responsabilidades industriales: se perfila la idea de que las "matanzas" diarias del tráfico son algo muy distinto a una acumulación de fatalidades de responsabilidad individual, que es como son presentadas por las industrias interesadas y por las administraciones competentes (...)". DOCUMENTO COMPLETO>>>> AQUÍ
"Los accidentes de tráfico mortales han sido considerados hasta hace muy poco tiempo como una consecuencia inevitable de la existencia de los automóviles, cuya utilización se supone imprescindible para el desenvolvimiento económico y social en el mundo moderno. Nunca se ha planteado, en consecuencia, la posibilidad de atribuir responsabilidades globales sobre tales muertes a ningún estamento económico o institucional. Sin embargo, en los últimos años se han producido avances significativos en la comprensión del problema de los accidentes de tráfico, que pueden abrir el camino a la identificación de claras responsabilidades industriales: se perfila la idea de que las "matanzas" diarias del tráfico son algo muy distinto a una acumulación de fatalidades de responsabilidad individual, que es como son presentadas por las industrias interesadas y por las administraciones competentes (...)". DOCUMENTO COMPLETO>>>> AQUÍ
Un puente sobre la huerta. Informe crítico contra el urbanismo y las grandes infraestructuras en el Este de esa mecancía llamada Granada
UN PUENTE SOBRE LA HUERTA. Informe crítico contra el urbanismo y las grandes infraestructuras en el Este de esa mecancía llamada Granada
Editan: algunos dientes de ajo contra la destrucción del territorio. Año 2007
INDICE
INTRODUCCIÓN.
CIERTA MIRADA AL PASADO.
EL TENTÁCULO TURÍSTICO. Desde la Catedral hasta Jesús del Valle.
EL TENTÁCULO RESIDENCIAL. Desde el Camino de San Antonio hasta Alfacar.
URBANISMO Y DESTRUCCIÓN DEL TERRITORIO. Grandes infraestruturas en esa mercancía llamada Granada.
¿QUÉ HACER? Consideraciones intempestivas sobre la lucha política en esa mercancía llamada Granada.
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"(...) Hay que decir que todo lo que contienen estos textos está, de una forma u otra, organizado en dos bloques (o tentáculos, como a nosotros nos gustó llamarlos), que no corresponden sino a dos procesos urbanos diferenciados allá donde nuestras vidas, y sobre todo, la historia de nuestra huerta, se desarrolló. Si miramos esa mercancía llamada Granada desde el cielo, veremos como el Este de la ciudad es una zona montañosa bañada por dos ríos: el Darro y el Beiro. Tradicionalmente (¡malditas tradiciones!) el urbanismo se ha cebado con la Vega, espacio llano al Oeste de la ciudad, donde un sin número de adosados y una gran cantidad de carreteras han pulverizado todo su territorio. El porvenir se encuentra ahora en los montes del Este, donde el crecimiento urbanístico tendrá que aprovechar las vegas de los ríos para extenderse, formando especies de hileras asesinas en las zonas bajas de los montes, es decir, tentáculos. Por un lado, el por nosotros llamado TENTÁCULO TURÍSTICO, que encontrando su origen en el centro de esa mercancía llamada Granada, ha arrasado ya casi por completo con el antiguo barrio popular del Albayzín, y empieza a dar sus primeros coletazos a los largo del río Darro, por el barrio del Sacromonte, el Camino de Beas, y los entornos naturales de Jesús del Valle. Por otra parte, el por nosotros llamados TENTÁCULO RESIDENCIAL, que abarca los ya destruidos cerros del Camino de San Antonio y de San Miguel Alto, y proyecta destruir, en los entornos del Río Beiro, unos cuantos más con las construcción de 3.500 adosados hasta El Fargue, sin contar con lo que ocurre y ocurrirá en los municipios cercanos de Jun, Víznar y Alfacar. La guinda de este por nosotros llamado Tentáculo Residencial sería la autovía “necesaria”, el cierre de la Primera Circunvalación, para el cual el Partido Popular proyecta el Cierre del Anillo, uno de cuyos puentes pasa por encima de nuestra huerta (...)".
Editan: algunos dientes de ajo contra la destrucción del territorio. Año 2007
INDICE
INTRODUCCIÓN.
CIERTA MIRADA AL PASADO.
EL TENTÁCULO TURÍSTICO. Desde la Catedral hasta Jesús del Valle.
EL TENTÁCULO RESIDENCIAL. Desde el Camino de San Antonio hasta Alfacar.
URBANISMO Y DESTRUCCIÓN DEL TERRITORIO. Grandes infraestruturas en esa mercancía llamada Granada.
¿QUÉ HACER? Consideraciones intempestivas sobre la lucha política en esa mercancía llamada Granada.
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"(...) Hay que decir que todo lo que contienen estos textos está, de una forma u otra, organizado en dos bloques (o tentáculos, como a nosotros nos gustó llamarlos), que no corresponden sino a dos procesos urbanos diferenciados allá donde nuestras vidas, y sobre todo, la historia de nuestra huerta, se desarrolló. Si miramos esa mercancía llamada Granada desde el cielo, veremos como el Este de la ciudad es una zona montañosa bañada por dos ríos: el Darro y el Beiro. Tradicionalmente (¡malditas tradiciones!) el urbanismo se ha cebado con la Vega, espacio llano al Oeste de la ciudad, donde un sin número de adosados y una gran cantidad de carreteras han pulverizado todo su territorio. El porvenir se encuentra ahora en los montes del Este, donde el crecimiento urbanístico tendrá que aprovechar las vegas de los ríos para extenderse, formando especies de hileras asesinas en las zonas bajas de los montes, es decir, tentáculos. Por un lado, el por nosotros llamado TENTÁCULO TURÍSTICO, que encontrando su origen en el centro de esa mercancía llamada Granada, ha arrasado ya casi por completo con el antiguo barrio popular del Albayzín, y empieza a dar sus primeros coletazos a los largo del río Darro, por el barrio del Sacromonte, el Camino de Beas, y los entornos naturales de Jesús del Valle. Por otra parte, el por nosotros llamados TENTÁCULO RESIDENCIAL, que abarca los ya destruidos cerros del Camino de San Antonio y de San Miguel Alto, y proyecta destruir, en los entornos del Río Beiro, unos cuantos más con las construcción de 3.500 adosados hasta El Fargue, sin contar con lo que ocurre y ocurrirá en los municipios cercanos de Jun, Víznar y Alfacar. La guinda de este por nosotros llamado Tentáculo Residencial sería la autovía “necesaria”, el cierre de la Primera Circunvalación, para el cual el Partido Popular proyecta el Cierre del Anillo, uno de cuyos puentes pasa por encima de nuestra huerta (...)".
Galiza partida. (Miguel Amorós)
FUENTE: A las barricadas (29/10/08)
MIGUEL AMORÓS, Galiza partida. Vigo, C.S.A Cova Dos Ratos, Xornadas contra o TAV, 26 de octubre de 2008. Organizadas por el Grupo de Axitación Social, AMAL, OAR e AC Caleidoskopio.
"Resulta ya una obsesión para la clase dominante gallega lo que ella califica de “entrada del siglo XXI al Noroeste”, una Galicia “interconectada de manera central con la Meseta”, a conseguir mediante un caciquismo renovado (y disimulado con apariencias democráticas), el dinero del Estado y la llegada del AVE.
El tren de alta velocidad despierta tanto fervor entre los dirigentes paisanos que los sucesivos retrasos en las obras les han colocado varias veces al borde del ataque de nervios. La patronal gallega, harta de tanto aplazamiento, ha terminado por fabricar un “movimiento social” esperpéntico en pro del tren y el parlamento autonómico ha pedido por unanimidad la llegada del AVE cuanto antes. Bien sea por acudir a esa necesidad consustancial al poder de plasmar su esencia en obras faraónicas, o simplemente por electoralismo, lo cierto es que el clamor institucional y empresarial consiguió que el pasado agosto el presidente del gobierno sobrevolara las obras y prometiese que dicha “infraestructura” --junto con la financiación correspondiente-- gozaría de prioridad absoluta en su segunda legislatura. El TAV cumple en Galicia el mismo papel que en otras autonomías, a saber, el de unificar los intereses de sus oligarquías proporcionándoles una reivindicación concreta que pueda disfrazarse de interés general. Así pues, el TAV, artilugio cuya construcción responde a los intereses de una minoría privilegiada y desarraigada, se transforma en un tema político del cual dependen ni más ni menos el futuro de Galicia y el de sus habitantes. Pues el TAV en los medios de comunicación no aparece como lo que es, es decir, como un capricho carísimo, elitista, destructor e inútil, sino como el apóstol mismo del progreso (...)". SIGUE EL TEXTO>>> AQUÍ
Podéis escuchar y descargar la charla (y una parte de la ronda de preguntas) de Miguel Amorós en el C.S. "A Cova dos ratos" de Vigo desde: AQUÍ
MIGUEL AMORÓS, Galiza partida. Vigo, C.S.A Cova Dos Ratos, Xornadas contra o TAV, 26 de octubre de 2008. Organizadas por el Grupo de Axitación Social, AMAL, OAR e AC Caleidoskopio.
"Resulta ya una obsesión para la clase dominante gallega lo que ella califica de “entrada del siglo XXI al Noroeste”, una Galicia “interconectada de manera central con la Meseta”, a conseguir mediante un caciquismo renovado (y disimulado con apariencias democráticas), el dinero del Estado y la llegada del AVE.
El tren de alta velocidad despierta tanto fervor entre los dirigentes paisanos que los sucesivos retrasos en las obras les han colocado varias veces al borde del ataque de nervios. La patronal gallega, harta de tanto aplazamiento, ha terminado por fabricar un “movimiento social” esperpéntico en pro del tren y el parlamento autonómico ha pedido por unanimidad la llegada del AVE cuanto antes. Bien sea por acudir a esa necesidad consustancial al poder de plasmar su esencia en obras faraónicas, o simplemente por electoralismo, lo cierto es que el clamor institucional y empresarial consiguió que el pasado agosto el presidente del gobierno sobrevolara las obras y prometiese que dicha “infraestructura” --junto con la financiación correspondiente-- gozaría de prioridad absoluta en su segunda legislatura. El TAV cumple en Galicia el mismo papel que en otras autonomías, a saber, el de unificar los intereses de sus oligarquías proporcionándoles una reivindicación concreta que pueda disfrazarse de interés general. Así pues, el TAV, artilugio cuya construcción responde a los intereses de una minoría privilegiada y desarraigada, se transforma en un tema político del cual dependen ni más ni menos el futuro de Galicia y el de sus habitantes. Pues el TAV en los medios de comunicación no aparece como lo que es, es decir, como un capricho carísimo, elitista, destructor e inútil, sino como el apóstol mismo del progreso (...)". SIGUE EL TEXTO>>> AQUÍ
Podéis escuchar y descargar la charla (y una parte de la ronda de preguntas) de Miguel Amorós en el C.S. "A Cova dos ratos" de Vigo desde: AQUÍ
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