Carta a Lucinio

Desde las horas altas
ahora he venido
a parar en el llano
de polvo y ruido.
No sé quién me ha
empujado
ni me ha traido.
Acuérdate, Lucinio,
este verano
cuando el pantano baje,
ir al collado
y en la tumba de madre
ponle un recado.
También piensa en Vicente
y en Indalecio,
que bajo tanta roca
quedaron yertos.
Por aquí ves a sus viudas
con sus aprietos.
Escúpele al pantano
y al que lo hizo,
que nos quitó la tierra
casa y panizo.
Y al fin tantas horas
nada tuvimos
De todo lo que daban,
nada nos dieron.
Trabajo pa los hombres
aquí lo hicieron.
A todas horas ruido,
sofoco y miedo.
Algunas veces pienso
ir al pantano
y cuando esté bien lleno
tirarme dentro
y hundirme a estar contigo
como hace tiempo.
JOSÉ A. LABORDETA, "Carta a Lucinio" en El agua para las ranas, canciones por la dignidad de la montaña, Asociación Río Aragón contra el recrecimiento del embalse de Yesa (CD, 2004)